miércoles, 22 de noviembre de 2017

Conferencia sobre los neveros de Legazpi, este viernes en la casa de Cultura

Ángel Martínez, con información obtenida en el Proyecto de Investigación Pozos de Nieve en el País Vasco que hemos desarrollado durante los años 2015 y 2016, ofrece una charla informativa en la Casa de Cultura de Legazpi el viernes 24 de noviembre.

"LEGAZPI - El arqueólogo legazpiarra Angel Martínez ofrecerá una conferencia sobre los neveros y los pozos de nieve, el viernes a las 19.00 horas en la casa de cultura de Legazpi. Desde el siglo XVI hasta bien entrado el siglo XIX se utilizaron estas construcciones para guardar nieve. Esta se usaba con fines terapéuticos y para elaborar refrescos.

Los neveros se construían en el monte, en cotas en las que caía nieve. Uno de ellos es la de Aizaleku, en Legazpi. Martínez hablará de este nevero durante la conferencia del viernes y el sábado tendrá lugar una visita. Será a las 11.00. Estos dos actos los ha organizado la asociación Burdinola.
Martínez y sus compañeros José Rodríguez y Teresa Campos presentaron un proyecto para identificar neveros y pozos de nieve al departamento de Cultura del Gobierno Vasco y recibieron una subvención. El legazpiarra se encargó de inventariar los neveros de Gipuzkoa. Han localizado 54 en nuestro territorio.
Posteriormente, contactó con la asociación Burdinola y realizaron un estudio sobre el nevero de Aizaleku. “Está cerca del pueblo y queríamos ver si conservaba estructuras (muro perimetral en forma de cilindro hecho en mampostería, cubierta, cabaña para guardar el material necesario para el mantenimiento, desagüe...). Hemos visto que es una de las versiones más rústicas”.
Los neveros se empezaron a utilizar en Mesopotamia y Egipto. En Grecia y Roma los utilizaban las elites. “En Euskadi, los primeros están documentados hacia 1550. El boom se produjo durante los siglos XVII y XVIII. En el siglo XIX llegó su declive y desaparición”.
La nieve se utilizaba, sobre todo, para uso terapéutico: fiebres, hinchazones, fracturas, quemaduras... También la utilizaban para elaborar refrescos y granizados. Los alimentos se conservaban, sobre todo, mediante el ahumado y el salazón. Para conservarlos en nieve, haría falta mucha.
Martínez comenta que en Gipuzkoa hay neveros a cotas “insospechadamente bajas” porque en aquellos años vivieron un periodo frío y humedo. Es la causa por la que se han encontrado estas construcciones en Irun.
Se dejaron de utilizar a finales del siglo XIX y comienzos del XX, con la llegada del hielo industrial. “Además, muchos terrenos pasaron a manos particulares y estos no podían mantenerlos”.
SUBASTA. No en vano, en su origen pertenecían al municipio. “Se hacía una subasta y el adjudicatario tenía que encargarse de acumular nieve. Se guardaba en capas, separadas por materia vegetal, para que se conservase mejor y para facilitar el corte. Debía garantizar el abastecimiento del municipio, pasase lo que pasase. Si no había nieve cerca del nevero, debía traerla de fuera. Eso era muy costoso para él. Era un trabajo muy esclavo, por lo que se cambiaba a menudo de adjudicatario”, concluye.

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